Todas las
fuentes de energía convencionales serán necesarias en el
horizonte del 2040 y más allá. La estructura del sector
energético, que se basa en inversiones cuantiosísimas
realizadas en estos últimos decenios, más las que están
en curso o en proyecto, presenta unas inercias
considerables, pues las fuentes convencionales gozan de su
preeminencia actual debido a unas características
inherentes que las hacen particularmente rentables y
apropiadas para el tipo de necesidades energéticas que
presenta la humanidad.
La
Fundación para Estudios sobre la Energía se compromete a
analizar con rigor e independencia el paso gradual desde
la actual estructura del sector energético a otras
modalidades más compatibles con el Desarrollo
Sostenible, incluyendo en ello la necesaria atención a la
descarbonización de los combustibles fósiles, como uno
de los pilares de despliegue de la economía del
hidrógeno, en aras a una reducción sustancial de las
emisiones atmosféricas de CO2.
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